[Guía Completa] Como comparar Calidad y Precio en 2023
A la hora de adquirir un producto o servicio para satisfacer un deseo o necesidad, siempre buscamos nuestro mayor beneficio, y es por ello que esperamos obtener la mejor calidad al mejor precio.
Lo primero es saber, ¿cómo determinar la calidad?, esta tarea no obedece a una lista de chequeo general que podamos aplicar, ya que, el término calidad, es un tanto subjetivo ya que depende de la apreciación del consumidor en cuanto a que este producto o servicio pueda satisfacer su necesidad, es decir, depende de la satisfacción de la expectativa del cliente o usuario.
Lo más deseable es obtener los mejores beneficios a cambio de poco dinero, pero ésta también, es una medida subjetiva porque hablar de “poco” o “mucho” dinero dependerá de cuánto tengamos en el bolsillo y de cuánto queremos disponer para un gasto o inversión.
Con el uso de las redes sociales cada vez más, observamos mensajes que nos consultan: Alguien ha visto tal producto con “las tres B”, por lo de Bueno, Bonito y Barato.
Lo importante saber evaluar un producto o servicio, para obtener el beneficio esperado, con la mínima inversión. Para guiarte en esta labor hemos creado este artículo.
Influencia de la relación calidad/precio.
A nivel subconsciente, puede estar arraigado, que si se quiere calidad se debe pagar un alto costo, pero al pasar el tiempo, a medida que compramos ciertos productos por su marca o porque no estaban en lotes de oferta, nos demos cuenta que, esta creencia no es del todo cierta.
Hay muchos factores que influyen en la escogencia de un producto o servicio por sobre los demás, y éstos, aunque no se observan a simple vista, son decisivos en la toma de este tipo de decisiones.
A medida que aumenta la competencia entre los productos y servicios, no debemos dejarnos llevar sólo por el que ofrezca el precio más alto, sino, que debemos evaluar las recomendaciones de verdaderos clientes, las garantías que ofrece el servicio o producto y compararlo con la competencia para saber que nuestra elección va más allá de un simple valor asignado en el monto del producto.
Como puedes observar la relación calidad/precio es una división y arrojará el mismo resultado si divides una calidad alta entre un precio alto, la relación podría decirse que es “1”, ahora si divides una calidad baja entre un precio bajo pudiera tener el mismo resultado de “1”, por eso ésta relación, sigue siendo subjetiva y para evaluarla tendrías que estimar que significado tiene para ti, precios altos o bajos y que expectativas tienes en cada cosa adquirida.
Existen otras estrategias utilizadas por el mercado, que te llevan a tener una mayor satisfacción y es que, cuándo conoces una marca y estás dispuesto a pagar el precio acostumbrado por ella, puede ser que al llegar a la tienda lo consigas en oferta, en esta situación el coeficiente será mayor a uno, lo que te hará más feliz, al no tener que haber sacrificado la calidad y obtener tu producto preferido, así sea pagando un centavo menos, y esto lo saben los especialistas que son expertos en colocar ofertas terminadas en «.99«.
¿Cómo escogemos el mejor producto o servicio?
A la hora de adquirir cualquier producto o servicio, solemos dejarnos llevar por nuestras creencias y la mayoría de las veces éstas suelen ser sensatas. Consideramos, que son sensatas porque no podemos decir que son correctas, y para ello nuestro cerebro utiliza varios indicadores para hacernos la tarea más fácil, a lo que los especialistas en ventas llaman prejuicios, entre los cuales tenemos:
- Anclaje: El más utilizado es el precio, ya que éste nos permitirá limitar nuestra amplia gama de opciones y ajustarla a nuestro presupuesto, y a partir de allí buscaremos la mayor calidad que nuestro presupuesto lo permita.
- Efecto de señuelo: Luego de fijar la banda de comparación, empezaremos a comparar de a pares para ir descartando y quedarnos con el que nos brinde mayores prestaciones y beneficios.
- Sesgo de confirmación: Al encontrar el modelo o el servicio que nos ha convencido por el análisis que hemos realizado, prestaremos atención a aquellas opiniones que confirmen nuestras creencias y desecharemos las que son contrarias, esto lo hacemos naturalmente para evitar repensar lo que ya hemos considerado y convencernos a nosotros mismos que hemos sido acertados, lo que nos ahorrara tiempo y esfuerzo.
- Heurística del reconocimiento: No en vano las empresas invierten grandes sumas de dinero en posicionar su marca, ya que saben que, a la hora de escoger, a nivel subconsciente le daremos mayor peso al producto al cuál reconocemos su nombre, es por ello que, aunque la calidad de un producto sea superior nuestra confianza y elección quedará en muchos casos determinada por el reconocimiento de la marca.
- Cero Riesgo: Como clientes o usuarios no queremos que alguna adquisición o contratación sea el origen de un dolor de cabeza, por lo que le damos mucha importancia a las garantías, tales como, “sino esta satisfecho le devolvemos el dinero” o “producto con garantía de por vida”.
¿Cuál de estos factores crees que influye más en ti a la hora de tomar este tipo de decisiones?
¿Cómo manejar el factor calidad/precio si eres un emprendedor?
Ahora bien, si eres un emprendedor, debes mantener un equilibrio entre precio y calidad, y lo primero que debes hacer es determinar cuál será tu mercado objetivo, ya que si tu producto va dirigido especialmente a público con alto poder adquisitivo, te podría recomendar que no escatimes en utilizar los mejores insumos disponibles en el mercado, la mejor publicidad, y una mayor inversión en tu proceso de producción, porque aunque al final eso se reflejará en el costo de tu producto o servicio, tu público estará dispuesto a pagar por ello
.
Es por esta razón que, todo emprendedor debe por lo menos tomarse el tiempo para hacer un análisis quizá apoyándose en un modelo como Canvas.
Aunque al principio quisiéramos ofrecer la mayor calidad al menor de los precios, y más aun cuando estamos dándonos a conocer, por lo general, no pudiéramos mantenerlas en el tiempo, ya que pudiéramos sacrificar parte de nuestras ganancias en este tipo de estrategia pero al pasar del tiempo, quizá no nos permita reponer inventarios, invertir en mejoras de nuestro negocio o adquirir los insumos de primera calidad a los que acostumbramos a nuestros clientes y lamentablemente al final, se vería perjudicada nuestra marca lo que se vería reflejada en una perdida de clientes.
También puedes realizar unos ajustes para aumentar la calidad de tu producto o servicio sin aumentar su precio y sin poner en riesgo tus operaciones, por lo que te podemos recomendar:
- Evita gastos innecesarios que no le aporten valor a tu producto o servicio.
- Apóyate en una buena estrategia de marketing, a medida que vendas más podrás realizar ciertas ofertas, en donde el resultado del coeficiente Calidad/Precio aumente y así la satisfacción de tus clientes.
- Si las ofertas o bajar el precio no es posible según tu estructura de costo, incrementa el valor a tu propuesta, es decir, la oferta no siempre tiene que ser en base al precio, también puedes ofrecer por ejemplo si eres fotógrafo, realizar cierta cantidad de fotos extras si contratan tu paquete.
¿Cómo convertirte en un consumidor inteligente?
Una decisión de compra inteligente, no tiene necesariamente que significar, conseguir el precio más bajo, tiene que ver por el contrario en cómo consumir productos y servicios que nos dejen más valor por nuestro dinero.
Un comprador inteligente, analiza el producto o servicio que requiere, evalúa la calidad entre las opciones que puede tener a disposición y luego busca el mejor precio. Para convertirte en un comprador inteligente puedes:
- Pensar si verdaderamente vas a utilizar el producto que deseas comprar.
- Compara precios y calidad en diversos establecimientos y tiendas en línea.
- Observa en todos los productos sus características y los beneficios que pueden aportar a tu salud.
- Toma tu tiempo para leer las especificaciones de los servicios a contratar, no olvides las letras pequeñas.
- Cuida las cosas y servicios que usas: Ahorra agua, gas , electricidad, etc.
¿Cómo enseñar a nuestros niños a ser compradores inteligentes?
Luego de enseñarles con el ejemplo a cuidar las cosas que tienen, a pedir lo que realmente le den uso, podemos también hacer ejercicios en el supermercado, donde ellos, según la evaluación que realicen nos recomienden un producto en vez de otro.
Estos ejercicios lo podemos realizar de una manera sencilla y divertida, por ejemplo, tomamos dos cajas de cereal y le preguntamos ¿cuál de las dos presentaciones nos convendría comprar? Puedes ayudarlos señalando con el dedo la cantidad o el peso señalado en el empaque, el costo del cereal, y facilitándole quizá tu celular para que realicen la división y que puedan apreciar cuánto se ahorrarían si deciden comprar una presentación o la otra.
En cuanto a la calidad de los productos podríamos tomar dos con el mismo precio, por ejemplo, un litro de jugo de naranja, y pedirles que se fijen en la tabla nutricional e ingredientes, para que ellos observen y decidan cuál producto aportaría mayores valores nutritivos.
Estos pequeños ejercicios les ayudaran a los niños a tener mayor conciencia en sus consumos y poco a poco los hará consumidores cada vez más inteligentes, y a nosotros internalizar, que no siempre lo más caro es de mayor calidad, y que el valor de un producto lo constituye la relación del precio y las expectativas que pueda satisfacer.
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